sábado, 29 de mayo de 2010

San Manuel Bueno y Mártir (Miguel de Unamuno)

Tras leer el texto de San Manuel, lo único que puedo decir, es que no fue nada de lo que yo realmente esperaba, sobre todo en la parte del clímax dentro de la misma historia; pasaron por mi cabeza millones de ideas pero ninguna se asemejaba a la causa real que era la falta de fe del protagonista, y esto me dejo con una sensación entre sorprendida y desilusionada a la vez. Me sorprendió su manera de envolver a la gente con su fachada de “hombre ideal en el camino del señor” y en cómo la gente lo veía como la mejor persona del mundo, un ejemplo a seguir y del cual nadie podía escapar siquiera llegar a imitar.

Admito que mi desilusión principal radica en que no esperaba que su gran secreto fuese el no creer realmente lo que el predicaba con tanto fervor a su pueblo, en cambio si creía en una especie de amor oculto hacia su fiel amigo ya convertido por él, Lázaro; por que inevitablemente me cae la duda de porqué fue él quien supo la verdad sobre San Manuel, que fue lo que vio en él y no lo tenía el resto, será acaso que los otros ya se encontraban demasiado convencidos en su propia falacia creada por ellos mismos y avalada por los dichos de su San Manuel, quién sabe, me quede con las ganas de que el texto continuara desde mi punto de vista, la historia daba para mas desarrollo, una segunda parte talvez.

Mi critica mas personal y la cual va mas allá de la historia, recalca en la semejanza paralela que es posible hacer entre los habitantes de la aldea de Valverde de Lucerna y una buena parte de la sociedad en la cual nos desenvolvemos, ambas creen en hechos y en personas las cuales a todas luces te están engañando, necesitamos siempre tener algo o alguien en quien creer, confiar, ver como superior y así tener un modelo seguir y al cual también envidiar.

Muchas veces nos escondemos en lo que no es realmente importante, quizás lo vemos como la única forma de escapar de nuestros problemas, aunque sea para olvidarlos un par de horas y luego tenemos que volver a la realidad que está muy alejada de la fe y de lo perfecto.


SI PUDIESES REPRESENTAR, EL PERSONAJE DE SAN MANUEL BUENO Y MÁRTIR EN NUESTRA SOCIEDAD ACTUAL, ¿QUIEN CREES QUE POSEE SUS CARACTERÍSTICAS?

El engaño y la mentira son las dos principales características de San Manuel, como es posible que un hombre tan bueno con la gente de su aldea sea capaz de engañar sus vidas y sus corazones. Creo que la forma en como trataba el protagonista a sus seguidores los hacía ver como si para él fuesen inferiores e incapaces de soportar la realidad, de entender lo que él realmente sentía y creía de la fe, o mejor dicho lo que no creía de ella.

Tras esto, creo que quién calza dentro de estas características es ese típico hombre de negocios sin necesidades económicas, que todo sus problemas los solucionan con dinero incluso los que no debiesen hacerse de esta forma, se esconden en sus bienes y en sus lujos; esa es su fachada pero en su interior realmente hay un problema, una pena, quizás una enfermedad las cuales ni todo el dinero del mundo podrían remediarlo.

Este tipo de personas además se creen superiores al resto de la gente, lo mas probable es que sean los dueños de una empresa y a su cargo tengan a muchos trabajadores, de ellos dependerá su sueldo y por esto se creen con el derecho de tratarlos como deseen, incluso creyéndolos incapaces de mas, viven “en una mentira del progreso” debido a que en sus superiores está la posibilidad de continuar surgiendo, ya que, son ellos los que tienen el control y saben que no se “sublevarán” en el camino porque no les conviene.

Quizás mi gráfica de representación no sea de la misma índole, pero en su sentido de ingenuidad y inferioridad acatan completamente las actitudes de San Manuel.


¿CÓMO EXPLICA USTED EL COMPORTAMIENTO DE SAN MANUEL BUENO Y MÁRTIR?

San Manuel Bueno y Mártir, a los ojos de la aldea y de sus habitantes era el hombre perfecto, “una especie de elegido de Dios” del cual quien siguiese su camino y estuviese a su lado sólo cosas buenas podrían sucederles, era un consejero, un amigo, un predicador, un todo; pero su fachada nada tenía que ver con sus sentimientos, mi explicación mas lógica ante su comportamiento de hombre divino es el hecho de creerlo realmente un cobarde por no ser capaz de decir su verdad lo que pensaba y sentía.

En su creencia de sentir que si aquellos habitantes no tenia en que o quien creer no podrían seguir adelante, alimentando una mentira del cual no se sentía parte en plenitud me parece desastroso, por ende, cabe de cajón que su comportamiento no correspondía a lo que sus adherentes merecían en realidad, subestimaba de mala manera a quienes día a día le confidenciaban sus anhelos, errores y alegrías, lo hacían parte de todo lo que ellos consideraban que tras su fe y buenas acciones estaban logrando de a poco. E incluso tras la llegada de Lázaro y sentirse amenazado por el descubrirse su verdad prefirió confidenciarle sólo a el lo que realmente le ocurría en vez de acabar con la farsa y contar a todos su verdad, quizás la gente lo hubiese entendido, quizás no pero siempre se tendrá la duda de aquello.

Yo en cambio, lo único que puedo agregar al respecto que personas como San Manuel que “juegan, o de una u otra forma se burlan de las creencias de los demás no son personas dignas de imitar bajo ninguna circunstancia “ siempre es mejor ir con la verdad por delante, en caso de que ella te lleve a algún error o dolor uno lo máximo que sentirá es la sensación de una caída pero todos lo hacemos y nos volvemos a parar que mejor que creer en nuestras propias convicciones y estar convencidos que todo camino que se tome nos llevará a un crecimiento y en palabras como diría Frank al sentido de la felicidad”.


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