miércoles, 23 de junio de 2010

Análisis 3er articulo

Continuación del tema “Educación 2020”.
En este tercer artículo se nos ha planteado ya el cuarto tema importante a la hora de querer lograr el objetivo principal del proyecto de educación 2020, el cual recordando el primer artículo analizado era que… “el 20% más pobre de los estudiantes tendrá la misma calidad de educación que el 20% más rico en el año 2020” 1.
Frente a esto, entendemos que resulta vital el poder contar con “directivos de nivel internacional” dentro de nuestros establecimientos educacionales, sobre todo en los sistemas públicos que son los que se encuentran mas aquejados con problemas en reiterativo “de educación”, y por tanto, son quienes mas necesitan de orientaciones formativas, capacitaciones tanto directivas como también docentes entre otras.
Por tanto, es de esta manera como entramos a unos de los conceptos más importantes dentro de éste análisis, “el liderazgo”, aquí la experiencia internacional nos muestra maneras para incentivarlo, y para que éste sea un liderazgo directivo de calidad debe darse una capacitación y formación continua en gestión, la cual nos llevara a la selección.



Al hablar de selección, entendemos que es el estricto proceso por el cual deben pasar los directores de las escuelas para ocupar dicho cargo por tanto dicha propuesta tendrá como incentivo una buena y mejor remuneración que la establecida, esperando de esta manera tener entre sus filas a los mas capacitados para el cargo.
Dichos estándares evaluativos no sólo rigen la selección de un futuro director, sino que también se utilizan a la hora de buscar gerentes de empresas, organizaciones públicas, etc. Tras la ejemplificación, se da a entender que requieren de muchos conocimientos, habilidades y experiencias. Esto demuestra como la inversión de la previa selección es el mejor camino para el crecimiento y posibles mejoras a largo plazo dentro de la educación.
…¿realmente sabemos el peso que existe dentro del cargo del director?
Creo que no tenemos ni idea, e incluso algunos que se encuentran en pleno ejercicio de la labor, no saben lo realmente importante de su función y como sus decisiones afectan de sobremanera no sólo al establecimiento en si, sino mayor aun a sus docentes y alumnos en general, es decir que una mala gestión, o una decisión errada puede interferir de lleno en el futuro estudiantil mas que en el del propio establecimiento.

Y ante esto en palabras del articulo mismo y del proyecto 2020 nos indica que,… “Un director debe estar altamente calificado, involucrarse en las metas de aprendizaje, en la forma de evaluación y en la efectividad de las clases que se imparten en su escuela. El rol del director en la gestión escolar es crear las condiciones y facilitar los procesos para que los profesores puedan cumplir su labor pedagógica; ayudar a los profesores a mejorar sus habilidades; trabajar con ellos para diseñar mejores materiales para los estudiantes; ayudar a entender qué aprendizaje funciona mejor dentro del colegio; motivar a los profesores y construir con ellos un acuerdo sobre lo que es una buena práctica docente, y priorizar el presupuesto de la escuela.” .
Me sentí obligada a hacer tan explicita, porque es imposible dejar de lado una de las labores, todas son trascendentales para el crecimiento y desarrollo dentro de la educación y específicamente dentro de un establecimiento, no nos olvidemos que lo referido no quiere decir que se esté cumpliendo, esto es lo óptimo que se pide, pero no se cumple en un alto porcentaje, dándose esto el profesor está en todo su derecho de exigir que no pueden ser evaluados por directores poco competentes.
Es súper difícil aquello, más sabiendo que en nuestro país no existen sistemas de formación de directivos escolares de calidad internacional, ni tampoco centros académicos especializados en el área. Sólo contamos con la dirección y las gestiones que se dan en especialidad y posgrados, y se apoyan con programas gubernamentales como el de la línea de Formación Continua del Programa de Liderazgo Educativo.
Como se refiere dentro del artículo mismo, existen leyes que avalan lo dicho con respecto a los concursos directivos en los establecimientos municipalizados, como son la Ley JEC 19.979 (2004) y la Ley 20.006 (2005); y desde el año 2008, todos los cargos de directores y jefes DAEM deberían concursarse. Los contratos de los directores nuevos y de aquellos que fueron renovados, tendrían una vigencia de 5 años.

Lo que me pareció muy interesante es que serán tomados en cuenta sus aptitudes tras el concurso más que otra cosa y por tanto no sólo profesores podrán postular a dicho cargo sino todo aquel que cumpla con las capacidades y este aptamente calificado para el puesto, obviamente debe demostrar tener una experiencia pedagógica previa y necesaria. Ante esto, debe ser requerido un certificado de carácter nacional que acredite a todos los postulantes a mencionado cargo.



Otra buena medida adoptada, sería la indemnización por retiro a esos directores vitalicios que no logren aprobar su posición en los concursos y deban alejarse, lo mínimo que se debe hacer por tantos años de servicio prestado al establecimiento es tener una buena compensación mas allá de no haber sido los mejores exponentes en su cargo, ya que, lo mas probable es que en sus casos se deba a que siempre han estado ahí y no habían recibido ninguna evaluación por estar en ese puesto. Pero ojo nunca dejarlos si desaprueban el concurso, esto sólo traería como consecuencia, seguir manteniendo la mala gestión dentro del establecimiento.
Bueno como vimos dentro del análisis, son muchos los puntos importantes a la hora de mejorar la educación, nos falta demasiado por hacer, y el tema de los directores de establecimientos, no es menor, es así como nos damos cuenta de que todo afecta en mayor o menor medida a la educación.
Por otro lado, al ser el último artículo ha analizar dentro de esta asignatura, me gustaría decir, que el proyecto sobre educación 2020 mencionado como tema dentro de los artículos, me parece un plan a largo plazo muy bueno y una forma interesante de abordar las distintas problemáticas que se gestan y que tienen como eje principal la educación, demás está decir que nos falta mucho por aprender, avanzar y lograr aún, estamos en el cascarón y es solo a base de mucho esfuerzo por parte de cada uno de nosotros como exponentes que podremos ir avanzando en camino de hacer de la educación, una realidad óptima para todos y no olvidándonos de que la meta es … lograr que el 20% más pobre de los estudiantes tendrá la misma calidad de educación que el 20% más rico en el año 2020” 1. En relación a esto mismo, pero esta vez en palabras de Karl Kraus, diremos que “educación es lo que la mayoría recibe, muchos transmiten y pocos tienen”. Es decir la calidad resulta ser imprescindible porque a nadie en estos momentos se le niega a la educación, pero esto mismo no quiere decir que sea la mejor. El desafío esta en cambiar esto, y entre todos lo podemos lograr.

Tercer Artículo

Continuación proyecto: "Educación 2020"

IV. DIRECTIVOS DE NIVEL INTERNACIONAL
Estudios internacionales y nacionales27 indican que el liderazgo de los directores es clave en los resultados.
La experiencia internacional muestra diversas formas de incentivar el liderazgo directivo de calidad: formación y capacitación continua en gestión y liderazgo; procesos estrictos de selección para ocupar dichos cargos en las escuelas, y remuneración acorde a las exigencias del puesto para atraer a los mejores candidatos. Las propuestas de Educación 2020 en este ámbito apuntan a los dos primeros aspectos mencionados. El tercero se plantea en términos de la Carrera Docente.
Liderazgo, perfil deseado y estándares de desempeño
“Los directores tienen que compartir los mismos niveles de liderazgo que los políticos. Y el impacto que esos líderes pueden tener en los colegios puede ser muy poderoso”28. A esto agregamos que el director de una escuela equivale al directivo o gerente de cualquier organización pública o privada. Esto requiere de un conjunto de conocimientos, habilidades y experiencias que no se adquieren meramente por la vía de tomar cursos o postgrados, y exige procesos de selección y certificación complejos, que podrán ser costosos pero constituyen la mejor inversión imaginable.
Un director debe estar altamente calificado, involucrarse en las metas de aprendizaje, en la forma de evaluación y en la efectividad de las clases que se imparten en su escuela. El rol del director en la gestión escolar es crear las condiciones y facilitar los procesos para que los profesores puedan cumplir su labor pedagógica; ayudar a los profesores a mejorar sus habilidades; trabajar con ellos para diseñar mejores materiales para los estudiantes; ayudar a entender qué aprendizaje funciona mejor dentro del colegio; motivar a los profesores y construir con ellos un acuerdo sobre lo que es una buena práctica docente, y priorizar el presupuesto de la escuela. Se trata del desarrollo de un modelo de dirección para el cambio y la mejora escolar caracterizado por un Liderazgo distribuido29.
Esta forma de conducir la escuela no existe hoy en la gran mayoría de los establecimientos subvencionados del país. Ni por el perfil de sus directores ni tampoco por sus atribuciones, en el caso de los establecimientos municipales. Para ejercer un verdadero liderazgo, el director necesita atribuciones, en particular incidir en la conformación de los equipos y manejar recursos de manera flexible. Los profesores no podrán permitirse tampoco ser evaluados por directores que no tengan estas competencias.
Capacidad e institucionalidad para la formación de directivos de calidad
En Chile no existe un sistema de formación de directivos escolares de calidad internacional ni centros académicos especializados en ello30. La gestión y dirección educacional se imparte en posgrados y especializaciones. O bien, se apoya con programas gubernamentales como la línea de Formación Continua del Programa de Liderazgo Educativo.
27 Michael Barber y Mona Mourshed. Septiembre 2007. “How the World’s Best-Performing School Systems Come Out On Top”, McKinsey & Company, Social Sector Office; Ministerio de Educación de Chile y UNICEF (2005), “¿Quién dijo que no se puede? Escuelas efectivas en sectores de pobreza”.
28 David Hopkins, en entrevista a EducarChile (2008).
29 Bennet, N.; Wise, C. Woods, P. y Harvey, J. (2003). Distributed Leadership. London: NCSL.
30 Como el “National College for School Leadership” dependiente de la Universidad de Nottingham, en Inglaterra.
Liderazgo directivo en la escuela
“El liderazgo es una competencia conductual que se refiere a la capacidad para articular los recursos personales de los miembros del equipo de trabajo, para que actúen con eficacia y efectividad en situaciones profesionales, de acuerdo a los estándares del establecimiento.”
www.educarchile.cl
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Nuestro país necesita ampliar (en acceso) y mejorar su capacidad de formación de directivos de calidad con un sistema integrado a la institucionalidad educativa, dependiendo o en asociación con instituciones académicas nacionales e internacionales de prestigio, que no solamente forme y produzca conocimiento y avance en el área del liderazgo y gestión educativa, sino que se haga cargo de un aspecto relevante del ejercicio directivo como es la inducción al cargo con mentoría.
En tanto no exista esta capacidad instalada, hacemos un llamado a incluir, en el presupuesto 2010, recursos para iniciar un programa de emergencia de reentrenamiento, formación y certificación de aproximadamente 3000 directores de escuela en los próximos 4 años, recurriendo intensivamente a la cooperación internacional.
A esta nueva generación de directivos debe ofrecérsele desde ya una promesa remuneracional acorde con sus nuevas calificaciones y responsabilidades. El costo de este programa es una inversión mínima y de altísima rentabilidad que constituye una ruta crítica del programa integral que estamos proponiendo. Cada mes de atraso en adoptar esta medida es un mes que se retrasa la mejora en la calidad y equidad de la educación.
Nueva forma de concursabilidad, más transparente y menos basada en currículo
La Ley JEC 19.979 (2004) y la Ley 20.006 (2005) constituyen el marco normativo actual sobre concursabilidad de cargos directivos de establecimientos municipales. En esta última se establece un calendario de concursos en el cual, al año 2008, todos los cargos de directores y jefes DAEM deberían concursarse. Los contratos de los directores nuevos y de aquellos que fueron renovados, tienen una vigencia de 5 años.
En principio, no habría nuevos concursos en el marco de esta normativa por los próximos dos años. Entonces, este año 2009 es el momento propicio para realizar una evaluación pública y proponer el rediseño del funcionamiento de los concursos con el fin de implementar un proceso de selección de directivos escolares más transparente, menos basado en los antecedentes formales del postulante y centrado en las competencias del liderazgo de excelencia que se requiere.
Este concurso renovado permitirá que personas con las calificaciones y el liderazgo adecuados, que ganen los concursos correspondientes, puedan postular y convertirse en director de escuela aunque no tengan título de profesor, siempre y cuando demuestren la experiencia pedagógica necesaria. No sólo aquellas personas que detentan el título de profesor podrían ocupar dichos cargos, incluso en escuelas públicas. Esto implica exigir una certificación o acreditación previa de carácter nacional, rigurosa, a todos los postulantes a concursos para el cargo de director de un establecimiento escolar31.
En la actualidad, como en el caso de los docentes, existe un sistema de Evaluación de Desempeño de Docentes Directivos y Técnico Pedagógicos, concebido como un mecanismo de apoyo y fortalecimiento a la labor directiva de todas las escuelas y liceos municipales del país, es decir, la evaluación es de carácter formativo, basada en criterios establecidos en un Marco para la Buena Dirección32. Esta evaluación puede ser la base para el diseño de la acreditación que se propone.
Es imprescindible, además, asignar recursos complementarios a los municipios, que permitan la indemnización y retiro de aquellos directores vitalicios que no logren refrendar su posición en los concursos. Resulta inaceptable que existan directores de escuela que, en los hechos, no le rinden cuentas a nadie y que sea obligación de mantenerles el salario aunque pierdan el concurso, lo que impide de facto a los municipios concursar estos cargos. Nuevamente, esta inversión es mínima comparada con sus beneficios potenciales.
31 Cabe recordar que en 2004, la Cámara de Diputados rechazó una norma que establecía que “en el caso de los directores de establecimientos educacionales, estos deberán, además, encontrarse debidamente acreditados”. Ver acta de votación al proyecto que incluía Concursabilidad y Acreditación de Directores, julio 2004.
32 Ver http://www.gestionyliderazgoeducativo.cl/buenadireccion/
21
Atribuciones necesarias
Actualmente, de acuerdo a la Ley JEC, Nº 19.979 del año 2004, las atribuciones de los directores de establecimientos educacionales son:
• En lo pedagógico:
- Formular, hacer seguimiento y evaluar las metas y objetivos del establecimiento, los planes y programas de estudio y las estrategias para su implementación.
- Organizar, orientar y observar las instancias de trabajo técnico-pedagógico y de desarrollo profesional de los docentes del establecimiento.
- Adoptar las medidas para que los padres o apoderados reciban regularmente información sobre el funcionamiento del establecimiento y el progreso de sus hijos.
• En lo administrativo:
- Organizar y supervisar el trabajo de los docentes y del personal del establecimiento educacional, según Ley
Nº 19.464.
- Proponer el personal a contrata y de reemplazo, tanto el docente como el regido por la Ley Nº 19.464.
- Promover una adecuada convivencia en el establecimiento y participar en la selección de sus profesores.
• En lo financiero:
- Asignar, administrar y controlar los recursos en los casos que se le haya otorgado esa facultad por el sostenedor, según la Ley sobre Delegación de Facultades (Ley N° 19.410), modificada por Ley Nº 19.979 de la siguiente forma:
“A solicitud de los directores de establecimientos educacionales administrados por Municipalidades o Corporaciones Municipales de Educación, los alcaldes deberán delegar en dichos directores facultades especiales para percibir y administrar los recursos a que se refiere el artículo 22 siguiente, en conformidad a los procedimientos que más adelante se señalan. El Alcalde sólo podrá denegar esta solicitud por motivos fundados y con acuerdo del Concejo Municipal”.
Este marco claramente no considera grados crecientes de autonomía para los establecimientos ni atribuciones para sus directivos. El proyecto del ley sobre Educación Pública enviado al Congreso en diciembre 2008… tampoco. Lo único que se indica en el proyecto es que el Director de la Corporación Local tiene atribuciones para “delegar en funcionarios de la Corporación, así como en los directores de los establecimientos de su dependencia, las funciones y atribuciones que estime conveniente, en conformidad a la ley, previa aprobación del Consejo” y “Aprobar, a propuesta del respectivo director del establecimiento, el proyecto educativo de cada uno de los establecimientos de dependencia de la Corporación”.
Una nueva generación de directivos escolares requiere, claramente, mayores atribuciones.
Más allá de lo que el director de cada Corporación “estime conveniente”, los directivos de los establecimientos públicos -una vez certificada su buena formación, experiencia y liderazgo- deben contar con reales atribuciones para dirigir sus escuelas en lo pedagógico, motivacional y administrativo33.
33 Señala D. Hopkins, en entrevista a EducarChile (2008) que los directivos con liderazgo “tendrían más éxito si manejaran sus propios presupuestos y tuvieran control sobre la contratación de funcionarios, etc. Pero esa no es la tradición de Chile. Esto es difícil de cambiar de la noche a la mañana, pero creo que debe ser la dirección a seguir en Chile”.
22

jueves, 10 de junio de 2010


Análisis II Artículo

Continuación del tema “Educación 2020”

Tras la lectura del articulo anterior, mi análisis no puede sino comenzar diciendo que, el mal aprendizaje de un alumno, no puede ser cargado solamente al profesor, él tiene incidencia y culpa, pero éste problema nos involucra a todos como país. No olvidemos todas las falencias que poseemos a nivel pedagógico, la falta de motivación monetaria para captar a alumnos de excelencia, pruebas especiales referidas a docencia, entre otros puntos.

Esto ocurre por que muchas veces pasa que los directores a cargo de los colegios son “vitalicios” y no se retiran de sus cargos nunca sólo cuando mueren o tienen una enfermedad crítica que les impide seguir desempeñando su labor de forma óptima. Por tanto la mayoría de estos mismos no realiza cursos en organizaciones sobre capacitación de liderazgo como es debido para su cargo, como tampoco, gestiones de manejo administrativo pedagógicas.

Al no ser eficientes, sus decisiones tampoco lo serán repercutiendo inevitablemente el la educación de ese establecimiento mas específicamente de los profesores a sus alumnos quienes terminan siendo los únicos perjudicados.Por otro lado, sabemos también que muchas veces el mal manejo educacional dentro de un establecimiento tiene como único “responsable” al director de éste mismo, si dos escuelas municipales poseen misma infraestructura, igual recurso humano, como es posible que los profesores cambien tanto con el manejo de uno u otro director ¿?


Pero lo realmente importante que cabe preguntarnos a nosotros como estudiantes de pedagogía es: ¿Estamos concientes de la cantidad de horas que pasa un docente tras una sala de clases?

Y lo único que me queda por decir es que tras el estudio revisado anteriormente en el articulo, pude observar que el docente pasa un 75% dentro del establecimiento y por tanto solo un cuarto de su tiempo puede distribuirlo para sus labores externas también de docencia como son el preparar el material para los próximos días, corregir evaluaciones, todo esto sin ni siquiera tomar en cuenta que aquellas personas también tienen familia (hijos) y una casa que atender aunque sea en su organización, por tanto, se subentiende que el tiempo que posee para realizar todas estas labores, es sumamente mínimo y como medida se pretende ir disminuyendo progresivamente los extenuantes periodos en el establecimiento, pero ojo no nos podemos olvidar también que si se llegó a la medida de la “jornada escolar completa” es netamente para que establecimientos vulnerables con alumnos con posible riesgo social no pasaran sus tardes solos en sus casas por la ausencia de sus padres que están cumpliendo su jornada laboral. Si lo vemos de cierta forma, se denota como un círculo vicioso difícil de superar pero no imposible, por tanto, esta resulta ser una medida de cambio a largo plazo y de la cual todos debemos hacernos partícipes porque no sólo estaremos mejorando la calidad de la educación, sino también, la calidad de vida de las personas, pero todavía hay mucho por hacer no debemos quedarnos dormidos en el papel sino hacer concreto nuestro pesar con acciones a diario. Ya que, finalmente en palabras de Einstein “la Educación es lo que queda después de olvidar lo que se ha aprendido en la escuela”.

Y tras lo anterior inevitablemente llego al tema de los padres, de los cuales para que andamos con cosas son súper poco participativos esto ocurre sobre todo en los establecimientos educacionales con zonas de riesgo social ellos no se involucran realmente con sus hijos en cuanto a contenidos y tampoco en cuanto a estar conectados en sus progresos y en contacto permanente con sus profesores, a quienes otorgan casi toda la responsabilidad sobre la formación de sus hijos sin siquiera ayudar a intentarlo. Se escudan en el hecho de no tener tiempo o no sentirse capacitados intelectualmente para cooperar en la formación, o simplemente agotamiento laboral que impide estar al pendiente de los hijos, esto debe parar y que profesores y padres sean uno a la hora de educar porque el uno no puede solo sino que necesitan del otro para obtener un resultado óptimo con el alumno o hijo, futuro individuo en sociedad. Porque finalmente “la educación ayuda a la persona a aprender a ser lo que es capaz de ser”. (Hesíodo)

Pero en realidad todas estas problemáticas, resultan ser mínimas tomando en cuenta el problema económico y para esto sólo nos queda literalmente hablando el ponernos las manos en los bolsillos, ya que es la única manera de ir mejorando la educación, porque finalmente es un progreso que nos beneficia a todos, por ende todos debemos apoyar.

Volviendo un tanto al tema de los profesores, creo imprescindible analizar algunos de los puntos expuestos en el artículo, uno de ellos hace alusión a la excelencia, de frente a esto, solo puedo decir, que para tener buenos o mejor dicho los mejores profesores formando dentro de los establecimientos educacionales, se deben dar las mejores condiciones para ellos mismos, con sueldos dignos, jornadas laborales adecuadas, apoyo del colegio, entre los mismos profesores e incluso si fuese necesario evaluaciones psicológicas, ya que no nos podemos olvidar nunca (sobre todo nosotros como estudiantes de pedagogía) es que ellos están y en un futuro próximo estaremos formando “vidas” y por tanto deben y debemos estar capacitados de la mejor manera y así realizar de manera óptima nuestra labor.

Para esto, la meta de nuestro país en lo que a formación docente se refiere es que cada año los egresados de pedagogía sean los mejores en todos las áreas y así salir a formar al 100% a sus futuros alumnos, para ellos se han tomado muchas medidas las cuales fueron mencionadas anteriormente en el articulo destacándose la prueba inicia, ingreso con mejores puntajes PSU a la carrera de pedagogía y el ya reiterado incentivo social a la carrera en cuanto a tener entre sus filas a los mejores postulantes ( en cuanto a los mejores promedios), no alejándolos por problemáticas salariales o el simple pensamiento que “el problema de la educación deficiente es una batalla casi perdida”; nosotros como estudiantes de pedagogía y futuros docentes debemos intentar revertir aquellos saliendo preparados lo mejor posible de la universidad y así dar un paso hacia el progreso educacional chileno, de apoco se puede lograr pero debemos sentirnos capaces y con las armas suficientes para realizar dicha tarea .

Y por ende volvemos a decir que la única forma de mejorar la educación y su problemática que de cierta forma nos aqueja a todos, es autoexigirnos todos un poquito, el Estado con mano dura para implementar la obligación de las pruebas de conocimiento, tanto para los recién egresados de pedagogía como también a los que llevan años enseñando en las aulas, ya que muchas veces dejan de lado los cambios (se apegan a las reformas de contenido y varían) no así a su modo de enseñanza de este mismo el como lo aborda, la “dinámica” de éste; llegamos al punto en que no bastan sólo las capacitaciones de verano. Si queremos cambios de raíz y a largo plazo debemos también, hacer cortes necesarios. Recordemos que son esos los educadores que esta formando a nuestros hijos y no debemos darles la tarea por sentada, sino ayudar y estar al pendiente de sus metodologías de enseñanza que sean siempre las más óptimas para el alumno.

Debemos volver a revivir las carreras de pedagogía, volver a hacerlas atractivas para los jóvenes que tras el abanico de posibilidades que tiene con las demás carreras se debe mostrar como una opción de vida igual de interesante, sobre todo en lo que a remuneración respecta, y por su puesto no olvidar la “vocación” la cual sé que es algo que debemos tener independiente de la carrera que elijamos ya que será nuestra opción de vida en ejercicio, pero yo creo que ante la carrera de pedagogía es otro el tipo de vocación que se siente el amor a enseñar, re aprender estas entre muchas otras cualidades y virtudes que debe tener un profesor, ya que no cualquier persona tiene la voluntad y el coraje para “formar”. O en palabras de Horace Mann “el maestro que intenta enseñar sin inspirar en el alumno el deseo de aprender está tratando de forjar un hierro frío”.

Esto se logrará poniendo mas recursos estatales en la educación asegurando el futuro del os estudiantes de pedagogía con becas y oportunidades para todos por igual independiente de su lejanía, así también llamaremos la atención de quienes ni siquiera ven la carrera de pedagogía como una opción a tomar y seguir.

Y por último, pero no por esto menos importante como todo debiese ser proporcional: ¿que es lo lógico tras tener exigencia docente y salir bien evaluado?. Lo políticamente correcto sería obtener de ello un sueldo decente acorde con el desempeño realizado con frutos obtenidos. Por tanto es así como la Educación 2020 plantea:

1. que durante un periodo definido de tiempo, se establezcan exigencias sustantivas de calidad, articuladas con una nueva Carrera Docente y hasta que ésta esté operativa, elevando los estándares de los programas y entidades formadoras que pueden pertenecer al registro público habilitado para ello.

2. que la inducción en el aula de los nuevos profesores se considere como parte estructural del proceso de formación continua al que deben acceder todos ellos en el marco de la Carrera Docente. Lo segundo, debe financiarse con aporte público especial y separado para los sostenedores, y se debe establecer un registro y certificación pública de mentores. En particular, una inducción también debe aplicarse a aquellos docentes (nuevos o no) que por primera vez ejercerán en contextos de alta vulnerabilidad social.

En definitiva seguimos atrayendo como conclusión, que la única forma de sacar adelante la problemática de la educación es haciéndonos participes de ella y tomando en cuenta siempre que es un problema social. Cada una de las posibles medidas ya analizadas tanto en el texto propio como en redundantemente mi propio análisis del tema, nos dice que se estará dando un paso mas para el objetivo final… “y es que todos tenemos derecho a tener las mismas oportunidades para estudiar, no se debe coartar nunca la libertad de aprender y enseñar todo parte de la voluntad del querer y por sobre todo de la vocación, es por eso que debemos mejorar el arte del educar y el dinero no debe ser bajo ningún ámbito una traba en pos del desarrollo, aquí no sólo hablamos de educación sino de crecimiento de País. Debemos mentalizarnos siempre en grande, pero ojo siempre con ideas que sean acordes a nuestra realidad.

Tras esta conclusión me gustaría dejar en reflexión una frase de Howard Hendricks:

“La enseñanza que deja huella no es la que se hace de cabeza a cabeza, sino de corazón a corazón”.







ESCALA DE APRECIACIÓN DE ANÁLISIS DE ARTÍCULO EN BLOG     
 RUBRICAS Y PUNTOS12345
1Presento un texto que trata los temas desde una perspectiva educativa y es de mucho interés. (esto por que todos mus compañeros y compañeras están invitados a leer mis textos y comentarios)    X
2Presento un texto que tiene una extención mínima de al menos el equivalente en Word a 3 hojas de oficio. (el máximo no está regulado)    X
3La presentación la he realizado de tal manera que sea de fácil lectura (respecto al color, tamaño y diseño de la letra) y se puede distinguir con claridad, en la presentación el texto de mi análisis.    X
4Le he incorporado al texto algunos gráficos o dibujos o fotografías alusivas al tema tratado, pues considero que esto invita a una lectura más amena y denota más interés por parte del o la autora del blog (y he incorporado mi propia fotografía)   X 
5Inicio mi análisis planteando como yo entiendo lo desarrollado por el autor (parafraseo)   X 
6Durante el análisis planteo con claridad mis planteamientos, críticas, puntos concordantes o discordantes con el autor/a.    X
7Durante el análisis utilizo frecuentemente el recurso "citas de otros autores" para reforzar lo que he planteado yo, o algún punto que considero importante tratado por el autor del texto.    X
8Las citas que utilizo son de diversas fuentes, tales como, otros autores buscados por mi, autores o ideas de presentaciones o disertaciones de mis compañeros, citas de artículos anteriores, etc.    X
9Realizo en mi análisis aplicaciones o referencias a nuestra realidad educativa si es un texto extranjero, o a realidades aducativas que yo he vivenciado para explicar con un sentido contextual el texto presentado.   X 
10En el último punto del análisis presento una síntesis de lo que he querido expresar, a modo de conclusión.    X
 Suma parcial de puntod de cada columna:   1235
 Mi suma total de puntos, según la suma parcial anterior es de 47 puntos.     
 La nota de mi autoevaluación es: 6,6    

miércoles, 9 de junio de 2010

EDUCACIÓN 2020

II. PRESENTACIÓN GLOBAL DEL PLAN

Profesores de excelencia

El principal impulsor de las variaciones en el aprendizaje escolar es la calidad de los docentes. Incluso en un buen sistema educacional, los alumnos que no avanzan con rapidez durante sus primeros años de escolaridad porque no han tenido profesores de suficiente calidad tienen escasas posibilidades de recuperar los años perdidos[1].

Este es un desafío que no podemos seguir postergando. Lo anterior no significa de ninguna manera asignar a los actuales docentes las “culpas” por nuestros resultados educativos. La “culpa” de estos resultados es de Chile entero, y de la carencia de políticas ambiciosas en esta materia. De lo que se trata es de aspirar a la mejoría significativa de lo que tenemos.

Para avanzar hacia un cuerpo docente de mejor formación, motivación y calidad es necesario abarcar el tema desde múltiples aristas: crear una Carrera Docente atractiva, convertir la pedagogía en una profesión que atraiga alumnos de excelencia, mejorar la formación en las escuelas de Pedagogía, y establecer un examen de habilitación obligatoria para ingresar a la Carrera Docente, al menos hasta que todas las instituciones pedagógicas del país tengan calidad homogénea y estándares curriculares mínimos.

Directores de nivel internacional

Dos escuelas con la misma infraestructura, los mismos recursos humanos y los mismos alumnos pueden tener resultados muy distintos. Hay casos concretos en que el mero cambio del director en una escuela municipal ha generado resultados impactantes y de corto plazo, con los mismos profesores.

Actualmente, los directores no tienen facultades reales para dirigir, y la mayoría no ha sido formado en aspectos básicos de manejo y liderazgo en organizaciones, tanto de gestión administrativa como pedagógica. Esto debe cambiar de forma inmediata. Para ello se requiere una flexibilización razonable del Estatuto Docente que permita liderar y gestionar las escuelas, un mejoramiento salarial significativo vinculado a desempeño y compatible con mejoras salariales de los profesores (Carrera Docente) y un programa de emergencia de formación y soporte a directivos.

En la actualidad existe una situación escandalosa referida a ciertos directores vitalicios que, sin importar si cumplen o no con sus obligaciones, ni cómo las cumplan, no pueden ser despedidos. En consecuencia, se hace necesario un concurso inmediato para directores vitalicios remanentes, adjudicando a los municipios los recursos adecuados para financiar el retiro de quienes no continuarán en sus cargos. Así también, se requiere un programa de retiro gradual, voluntario y adecuadamente compensado para aquellos directores no vitalicios que no deseen seguir desempeñándose como tales.

Cabe destacar que el costo de estas propuestas es ínfimo frente a los desafíos de mejora docente y, por tanto, constituye un paso esencial de nuestro plan.

Condiciones adecuadas para las aulas vulnerables

En Chile, los profesores deben dedicar 75% de su jornada laboral a la enseñanza en la sala de clases, dedicando sólo el 25% restante a preparar sus clases, corregir pruebas, atender a alumnos y apoderados. La cantidad de horas de trabajo en aula es superior al promedio de los países OECD en el nivel primario, brecha que aumenta en el nivel secundario[2].

La mejora de la oferta educativa no depende sólo del esfuerzo personal de los profesores sino también de un sistema que les entregue las herramientas y el apoyo necesarios para lograrla. Resulta indispensable asegurar que tengan el tiempo suficiente para preparar los contenidos de lo que van a enseñar a sus estudiantes y evitar que lleguen a un nivel de desgaste tal que simplemente les impida entregar lo que saben. Proponemos revisar rigurosamente la actual relación de horas lectivas/no lectivas establecida estatutariamente, a fin de avanzar gradualmente, en un plazo prudente, a una relación cercana al promedio de los países desarrollados[3], otorgando especial prioridad a las escuelas vulnerables.

El esfuerzo especial que debe llevarse a cabo en este ámbito conlleva también la presencia de supervisores de aula, incluyendo el aula preescolar, psicopedagogos y materiales pedagógicos adecuados. Junto a lo anterior, es preciso evaluar la necesidad de una reducción en la cantidad de alumnos por sala en casos especiales. Actualmente, el máximo de alumnos por sala de clases es de 45 y el promedio es cercano a 30[4]. Si bien no se puede plantear una reducción generalizada, hay que evaluar lo que ocurre en aquellas aulas con una mayoría de alumnos vulnerables, a quienes es más difícil enseñarles y que, por tanto, necesitan mayor atención.

Si bien ésta es una de las medidas más costosas que estamos proponiendo, que sólo funcionaría en el contexto de un cambio sistémico, es al mismo tiempo una propuesta vital para corregir la inequidad educativa.

Apoderados informados y participativos

El rendimiento de los niños también depende de familias y apoderados involucrados en su formación, que les enseñen a sus hijos disciplina para aprender y que tengan interés por sus avances escolares. Padres comprometidos en el proceso educativo fiscalizarán al colegio y se interesarán en los resultados que el establecimiento obtenga en las pruebas estandarizadas.

Para lograr una mejora en la oferta educativa de la escuela, se necesitan apoderados participativos, lo que no resulta fácil de conseguir en muchas zonas vulnerables. Un apoderado será efectivamente un fiscalizador si se le proporciona apoyo, motivación, capacitación e información amplia y transparente a nivel local, regional y nacional. Este contacto cercano sólo pueden lograrlo profesores y directores motivados y con tiempo para esta tarea. Al mismo tiempo, los padres y apoderados deben tener acceso expedito a estadísticas nacionales

claras sobre el rendimiento de sus hijos. De ahí un nuevo encadenamiento sistémico de esta propuesta.

Recursos financieros requeridos

Gastamos un tercio de lo que gastan los países de la OECD en educación primaria, y un cuarto en educación secundaria[5]. Las propuestas de Educación 2020 necesitan de un contundente aumento de recursos. Si el compromiso de Chile es real, y la década 2010-2020 será efectivamente la década de la educación, es fundamental hacer el sacrificio de una inversión relevante.

Hacer un análisis de costos de la mejora de la educación en Chile es algo que lleva tiempo y, por lo tanto, aventurar cifras precisas escapa hoy de nuestras manos. Sin embargo, en este documento se proporciona una primera aproximación de la envergadura de la inversión requerida.

Enfoque gradual y sistémico

Cada uno de los pilares por sí solo no sostendrá ni conseguirá una mejora efectiva de la oferta educativa en la escuela y el aula. Postulamos que las distintas propuestas implementadas en conjunto romperán el círculo vicioso e impactarán favorablemente en la enseñanza y aprendizaje de niños y jóvenes escolares.

El enfoque es obligadamente gradual. En este tema no existen atajos ni milagros. No se forman profesores de un día para otro, no se forman directores de un día para otro, no se mejoran escuelas de pedagogía de un día para otro, no se puede incrementar los recursos en forma brusca pues el sistema escolar sería incapaz de absorberlos. No es por casualidad que este movimiento ciudadano se denomine Educación 2020… nuestra meta no está a la vuelta de la esquina, la visualizamos para el año 2020.

III. PROFESORES DE EXCELENCIA

Hay que reconocer la centralidad de la labor docente. Para el pleno y digno ejercicio de esta tarea y su impacto efectivo en los aprendizajes, necesitamos profesores de excelencia con el soporte, remuneración, condiciones laborales y apoyo adecuados para ejercer.

No se va a inventar por decreto una nueva generación de educadores de párvulos, profesores, directores de escuela, profesores de escuelas de pedagogía, ni se va a jubilar o retirar dignamente a los que sea necesario, de un día para otro.

Formación de profesores

La formación inicial docente constituye el primer estadio institucionalizado de los profesores, a partir del cual se construye la identidad y cultura docente.

Esto no se conseguirá de manera espontánea como iniciativa descentralizada y privada en cada una de las carreras de pedagogía, sino que exige una definición clara y firme por parte de las autoridades políticas, así como mecanismos que aseguren e incentiven el cumplimiento de los estándares de países exitosos en educación, tanto para las carreras como para los egresados de ellas.

La formación que reciben los futuros profesores no está a la altura, en calidad y pertinencia, de lo que se necesita. La OECD (2004) llamó la atención, en el caso de Chile, sobre la inadecuación curricular y la desconexión con el mundo escolar y las políticas de reforma de la formación de profesores. La lista de problemas que recoge el Consejo Asesor Presidencial para la Calidad de la Educación (2006) es larga, y plantea que se deberían “en parte a la ausencia de un sistema institucionalizado de regulación de la formación docente y de estímulo a su desarrollo y mejoramiento y de medidas concretas que puedan disminuir el efecto de estos problemas”.

Han sido varias las iniciativas públicas para mejorar y fortalecer la formación inicial, como el Programa de Fortalecimiento de la Formación Inicial de Docentes, los proyectos MECESUP y la acreditación de las carreras de pedagogía establecida en forma obligatoria por la Ley de Aseguramiento de la Calidad de la Educación Superior (2006). La más reciente es el programa INICIA del MINEDUC (2008) con 3 instrumentos: mejoramiento curricular y establecimiento de estándares; diagnóstico de conocimientos y competencias adquiridas por los egresados, y recursos ($600 millones anuales por 5 años) para el financiamiento de proyectos de renovación de facultades de educación. Esto último considera tres ejes: (1) el fortalecimiento de las plantas académicas, (2) nuevos currículos de formación y (3) una forma renovada de relacionarse con escuelas y colegios. Sin embargo, aún no se ven resultados: estas reformas son tardías, tímidas y lentas.

¿Tenemos que seguir esperando pacientemente para ver mejoras, porque “la formación inicial de docentes es una de las áreas del quehacer público en que los cambios se logran más lentamente y su impacto es aún más demoroso”[6]?

Los tiempos del Estado y de las instituciones formadoras no son los que exige el país, ni los que requieren aquellos que año tras año deciden ingresar a estudiar pedagogía, ni aquellos que año tras año egresan sin las competencias necesarias para impartir una enseñanza adecuada a niños y jóvenes por muchos años más.

Es necesario profundizar y acelerar significativamente las iniciativas en curso e implementar otras con un objetivo concreto y verificable: construir capacidad académica para la formación de, al menos, 6.000 profesores anuales de excelencia de cada cohorte antes del 2013, que sean capaces de superar un examen nacional de habilitación docente, que hayan cursado una renovada y prestigiada carrera pedagógica, en un modelo educativo basado en el rigor académico pedagógico, los valores, la excelencia y el esfuerzo, de profesores y sobre todo de los alumnos.

Los ejes de acción son:

• Urgente reforma en las escuelas de pedagogía

Evaluar para habilitar, corregir y mejorar. Es la herramienta inmediata que el país puede y debe implementar para poner presión a los cambios. Esto implica disponer de mecanismos de acreditación más exigentes, con mecanismos efectivos de monitoreo, apoyo e intervención en caso necesario.

Se requiere un sistema de acreditación de carreras de pedagogía con estándares internacionales y con consecuencias: disponer de mecanismos de apoyo permanente que permitan alcanzar la calidad mínima en los programas existentes y aplicar sanciones efectivas a las carreras de pedagogía que no sean acreditadas en dos procesos consecutivos. Para ello se requiere en el corto plazo (1) someter al sistema de acreditación a una evaluación internacional independiente y alinearlo con los modelos y exigencias de los sistemas más exitosos de acreditación en el mundo; (2) modificar la Ley de Aseguramiento de la Calidad de la Educación Superior para detener el ingreso de alumnos a las carreras que no resulten acreditadas en dos veces consecutivas, (3) hacer efectivo el cierre de los Programas Especiales de Formación Docente de dudosa calidad, que no aseguran una formación adecuada de los futuros maestros.

Considerando el nivel de la actual formación de los futuros profesores, es importante que exista un mecanismo de acreditación o certificación al egreso de los estudiantes de pedagogía, que los habilite para el ejercicio de la Carrera Docente en establecimientos educacionales que reciben subvención del Estado. Dado que no se han regulado los planes de estudios, por el respeto a la autonomía de la oferta educacional, resulta indispensable asegurar estándares mínimos entre los egresados de dichas carreras, tal como se exige exámenes de habilitación[7] en otras profesiones. Éste es un tema controversial, pero estamos seguros que en el país existen capacidades y recursos para diseñar e implementar rápidamente un mecanismo de habilitación de la profesión, sobre estándares mínimos de competencias y conocimientos que debiera cumplir un docente formado con cualquier perfil profesional.

Para ello se requiere, (1) en el corto plazo, acelerar la implementación y divulgación de la Evaluación Diagnóstica del programa INICIA con la batería completa de instrumentos de evaluación en los distintos niveles y sectores; (2) a más tardar el 2011, otorgar carácter obligatorio al examen nacional de habilitación, tanto de competencias disciplinarias como pedagógicas, para todo profesor que ingrese a trabajar en una escuela, y evaluar el impacto de esta certificación; (3) en el largo plazo, asegurar que todos los profesores tendrán -certificadamente- las mismas competencias iniciales que sus pares en países con los mejores resultados educativos.

Por otra parte, las instituciones formadoras deben contar con instrumentos de apoyo para el mejoramiento y fortalecimiento de las escuelas de pedagogía, las cuales deben ponerse a la altura de los desafíos, más allá de lo que exige una acreditación.

Esto incluye recursos financieros más significativos que los asignados hasta ahora, los cuales deben otorgarse contra proyectos con estándares de exigencia estrictos y rigurosos. Además, no deben restringirse sólo a la formación de futuros profesores sino entregarse también para la formación y perfeccionamiento de los directores de escuela y para el apoyo permanente de las escuelas de pedagogía y centros similares.

Para ello, se requiere en el corto y mediano plazo: (1) facilitar y promover el fortalecimiento académico de las carreras pedagógicas acreditadas por más de tres años con apoyo de expertos nacionales e internacionales visitantes e incremento de la investigación pedagógica; (2) definir estándares curriculares de las escuelas de pedagogía durante el año 2009, reduciendo el plazo de tres años establecido en el programa INICIA.

• Atraer a los mejores a las carreras de pedagogía

Conseguir profesores de excelencia mejorando los estándares de la formación inicial debe potenciarse y complementarse con incentivos adecuados para que los mejores postulantes a la educación superior -con la vocación necesaria- opten por pedagogía. Para ello se requiere: (1) en el corto plazo, asegurar la asignación de becas (matrícula y aranceles) para todos los estudiantes con más de 650 puntos en la PSU u otros mecanismos de aseguramiento de excelencia, que opten por estudiar una carrera de pedagogía acreditada por más de 3 años; (2) establecer de inmediato programas atractivos dirigidos a profesionales o licenciados en distintas disciplinas relacionadas con el currículo escolar -especialmente en las áreas en que existe escasez de docentes y en las especialidades emergentes- cautelando la adecuada profundidad, rigurosidad y pertinencia de la formación pedagógica[8]; (3) definir de inmediato, para el largo plazo, una promesa de remuneración e incentivos equivalentes[9] a las de un ingeniero, abogado o médico, para los buenos profesores. Naturalmente, esto último significa un proyecto de Carrera Docente suficientemente atractivo tratado en otro acápite de este documento. Éste es un elemento sistémico esencial de nuestra propuesta.

Dada la dificultad de los estudiantes de escasos recursos para obtener altos puntajes de ingreso a la universidad[10], resultan loables iniciativas como el programa de talentos en pedagogía de la USACH[11], especialmente si se focalizan en sectores de escasos recursos. Junto con ello, sin dejar de considerar la PSU, es necesario promover programas de nivelación o restitución de competencias en las escuelas de pedagogía, que permitan resolver las falencias actuales de los estudiantes.

Elevar el nivel y alcance de la formación continua de profesores, con parámetros de calidad y exigencias que potencien su eficacia, y retribuyéndola mediante mejoras monetarias y/o no monetarias

Ante el vertiginoso avance de las ciencias y la tecnología, y frente al imperativo actual que plantea una Sociedad del Conocimiento, en todas las profesiones se reconoce la necesidad de una capacitación permanente y, más ampliamente, se estima que todas las personas requieren de acceso a la educación durante toda la vida. Esto se hace patente con especial énfasis en la profesión docente y en nuestro país.

Si el Estatuto Docente de 1991 establece financiamiento público y retribución salarial asociados a la formación continua, lamentablemente, -como ocurre con la formación inicial- el diagnóstico de diferentes instancias20 indica que hay serios problemas con la calidad y pertinencia de la formación docente continua de nuestros profesores.

En este ámbito -lo reconocen todos los expertos- debe conjugarse adecuadamente la necesaria formación continua con el acceso a oportunidades e incentivos (monetarios y no monetarios), con el fin de contribuir a un mejoramiento de su desempeño profesional, en lo que sería el desarrollo profesional docente permanente.

Parece del todo razonable que sean los propios centros educativos (en concordancia con sus sostenedores) y los propios docentes los que definan, de acuerdo a sus necesidades y con responsabilidad, la pertinencia de la formación continua que se demande. El problema -como en otras áreas del ámbito educacional- es la regulación de la calidad de los programas de formación continua que se ofrece. La mera obtención de diplomas por cursos diversos no contribuye a mejorar la calidad.

Educación 2020 plantea: (1) que durante un periodo definido de tiempo, se establezcan exigencias sustantivas de calidad, articuladas con una nueva Carrera Docente21 y hasta que ésta esté operativa, elevando los estándares de los programas y entidades formadoras que pueden pertenecer al registro público habilitado para ello, (2) que la inducción en el aula de los nuevos profesores se considere como parte estructural del proceso de formación continua al que deben acceder todos ellos en el marco de la Carrera Docente. Lo segundo, debe financiarse con aporte público especial y separado para los sostenedores, y se debe establecer un registro y certificación pública de mentores. En particular, una inducción también debe aplicarse a aquellos docentes (nuevos o no) que por primera vez ejercerán en contextos de alta vulnerabilidad social.



[1] “Cómo hicieron los sistemas educativos con mejor desempeño del mundo para alcanzar sus objetivos”. McKinsey&Company, 2007. Ver además los recientes resultados del “Proyecto Valor Agregado UC”.

[2] “Indicadores de la Educación: Chile en el contexto internacional. Año 2006”, MINEDUC, 2007.

[3] Una reducción de las horas lectivas implica contratar más horas docentes, es decir, profesores. Se debe cuidar que esto no afecte, de ningún modo, la calidad de la formación docente.

[4] Ibid.

[5] Education at a Glance, OECD 2008.

[6] Informe Comisión sobre Formación Inicial Docente, Chile, 2005.

[7] Los exámenes de habilitación para la docencia, una vez concluido el proceso de formación inicial, son una instancia que varios países han adoptado como mecanismo para garantizar la calidad del docente previo a su inserción laboral.

[8] Propuesta que establece, en esos términos, la Comisión de Formación Inicial Docente, 2005

[9] Hablar de equivalencia implica que hay aspectos, como los años de escolaridad asociados a las distintas profesiones, que deberían ser considerados.

[10] Ver “Desigualdad de acceso”, Ronald Fischer en La Segunda, febrero 2009.

[11] A contar de marzo 2009, se está llevando a cabo un piloto con formación especial desde segundo medio para 30 postulantes que tengan buenas notas y vocación de profesores.